Hace muchos años, llegó a mis manos un librito escuálido en hojas sin embargo, riquísimo en contenido, este libro se llama “El Oráculo del guerrero” de Lucas Estrella Schultz, el cual leí mientras me bebía un café express.
Como en la mayoría de los actos reflejos leí y luego seguí en otras cosas, sin embargo, esa lectura rápida dejó en mi una semilla que lentamente germinó y pasado algunos meses, me dirigí a una librería y compré un ejemplar que me acompañó hasta que éste decidió cambiar de dueño sin mi consentimiento y a contra su propia voluntad, me lo robaron.
Cada vez que las circunstancias me lo permitían, o simplemente, cuando necesitaba aclarar mis ideas recurría a este libro-guía con el fin de encontrar estimulo a mi espíritu o respuesta a mis problemas existenciales.
Hoy siento que me hace mucha falta, a pesar que mucho de sus pasajes los memoricé como si fuese un mantra. Uno de los pasajes que mas me ha marcado es el que señala que el guerrero se lanza al vacío, esto es saltar al precipicio, es el jugarse el todo por el todo en el convencimiento que lo que persigues es lo correcto, ya que tendrás la permanente vigilancia del Altísimo quien siempre te recogerá en el último momento, que no importe pasar hambre ni frío, sentirás terror, miedo, es cierto que morirás, pero en tu interior ya que después ya no volverás a ser el mismo y la experiencia te hará crecer.
Todo esto es como consecuencia de la interacción conceptual que se había originado y hoy perdido como agua en el desierto, en relación a las problemática del mundo artístico cultural y las connotaciones en tanto a difusión y trato a los artistas.
En algún momento señalé, quizás de manera arrogante, que estaba aburrido de enfrentar a arribistas y oportunistas individuos que en el dolor y la desgracia de nuestros pares, revalidaban banderas de lucha sólo para asirse de un mástil (¿para mostrarse o hacerse notar?) y así poder escalar, y que las causas reales del gremio nunca han estado en sus verdaderos intereses.
Hoy nos enfrentamos a situaciones muy complicadas en donde la lucha se ha centrado en el área de lo legal, dado la manera como se redactan contratos de trabajo y en donde las productoras toman todas las ventajas económicas en desmedro de nuestros colegas, los cuales son sorprendidos en materias técnicas y hacen que el trabajo de los artistas sea absolutamente desvalorizado.
No soy un apóstol ni un iluminado, no soy un genio ni un visionario, sólo alguien que la experiencia le ha enseñado, a muchos golpes, que en la vida se debe ser consecuente y cuando se involucra a otras personas se debe ser perseverante y honesto, quizas eso me ha hecho ser una persona desconfiada de la "estrellas fugaces".
Concluyo con otra referencia al “Oráculo del Guerrero”; esta referencia la rescato de unos viejos apuntes y que transcribo de manera textual;
” El Guerrero busca al hermano:
El camino te llevará toda la vida.
¿Por qué hacerlo sólo?
Es bueno recorrerlo acompañado.
Busca entonces al hermano del Camino.
Con él podrás recorrer la senda de igual a igual.
Cuando él esté cansado, tú deberás seguir remando.
Cuando tú duermes, él vigilará.
Cuando uno tropiece, el otro estará allí para ayudarle.
Cuando uno esté enfermo, el otro acudirá en su ayuda.
Poco a poco los lazos se fortalecerán, y vuestros corazones se alegrarán al abrazarse de Guerrero a Guerrero luego de cada batalla.
Compartirán lo sagrado y lo profano por igual.
Compañeros de plegarias y de borracheras seréis.
Cada uno con su vida, sus amores y penurias, sumergido de lleno en la vida.
Pero en medio de la vorágine, recordarás a tu amigo y el corazón se sentirá reconfortado.
Año tras año recorrerán juntos la Senda Sagrada del Guerrero.
Espalda con espalda, cien combates serán cien victorias.
Y un día lejano, al final de vuestras vidas, os sentareis uno al lado del otro, a contemplar el sol ponerse en el silencioso desierto."
Abel.
Como en la mayoría de los actos reflejos leí y luego seguí en otras cosas, sin embargo, esa lectura rápida dejó en mi una semilla que lentamente germinó y pasado algunos meses, me dirigí a una librería y compré un ejemplar que me acompañó hasta que éste decidió cambiar de dueño sin mi consentimiento y a contra su propia voluntad, me lo robaron.
Cada vez que las circunstancias me lo permitían, o simplemente, cuando necesitaba aclarar mis ideas recurría a este libro-guía con el fin de encontrar estimulo a mi espíritu o respuesta a mis problemas existenciales.
Hoy siento que me hace mucha falta, a pesar que mucho de sus pasajes los memoricé como si fuese un mantra. Uno de los pasajes que mas me ha marcado es el que señala que el guerrero se lanza al vacío, esto es saltar al precipicio, es el jugarse el todo por el todo en el convencimiento que lo que persigues es lo correcto, ya que tendrás la permanente vigilancia del Altísimo quien siempre te recogerá en el último momento, que no importe pasar hambre ni frío, sentirás terror, miedo, es cierto que morirás, pero en tu interior ya que después ya no volverás a ser el mismo y la experiencia te hará crecer.
Todo esto es como consecuencia de la interacción conceptual que se había originado y hoy perdido como agua en el desierto, en relación a las problemática del mundo artístico cultural y las connotaciones en tanto a difusión y trato a los artistas.
En algún momento señalé, quizás de manera arrogante, que estaba aburrido de enfrentar a arribistas y oportunistas individuos que en el dolor y la desgracia de nuestros pares, revalidaban banderas de lucha sólo para asirse de un mástil (¿para mostrarse o hacerse notar?) y así poder escalar, y que las causas reales del gremio nunca han estado en sus verdaderos intereses.
Hoy nos enfrentamos a situaciones muy complicadas en donde la lucha se ha centrado en el área de lo legal, dado la manera como se redactan contratos de trabajo y en donde las productoras toman todas las ventajas económicas en desmedro de nuestros colegas, los cuales son sorprendidos en materias técnicas y hacen que el trabajo de los artistas sea absolutamente desvalorizado.
No soy un apóstol ni un iluminado, no soy un genio ni un visionario, sólo alguien que la experiencia le ha enseñado, a muchos golpes, que en la vida se debe ser consecuente y cuando se involucra a otras personas se debe ser perseverante y honesto, quizas eso me ha hecho ser una persona desconfiada de la "estrellas fugaces".
Concluyo con otra referencia al “Oráculo del Guerrero”; esta referencia la rescato de unos viejos apuntes y que transcribo de manera textual;
” El Guerrero busca al hermano:
El camino te llevará toda la vida.
¿Por qué hacerlo sólo?
Es bueno recorrerlo acompañado.
Busca entonces al hermano del Camino.
Con él podrás recorrer la senda de igual a igual.
Cuando él esté cansado, tú deberás seguir remando.
Cuando tú duermes, él vigilará.
Cuando uno tropiece, el otro estará allí para ayudarle.
Cuando uno esté enfermo, el otro acudirá en su ayuda.
Poco a poco los lazos se fortalecerán, y vuestros corazones se alegrarán al abrazarse de Guerrero a Guerrero luego de cada batalla.
Compartirán lo sagrado y lo profano por igual.
Compañeros de plegarias y de borracheras seréis.
Cada uno con su vida, sus amores y penurias, sumergido de lleno en la vida.
Pero en medio de la vorágine, recordarás a tu amigo y el corazón se sentirá reconfortado.
Año tras año recorrerán juntos la Senda Sagrada del Guerrero.
Espalda con espalda, cien combates serán cien victorias.
Y un día lejano, al final de vuestras vidas, os sentareis uno al lado del otro, a contemplar el sol ponerse en el silencioso desierto."
Abel.
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